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Volver a tener 5 años

La magia de Disneyland París comenzó cuando compramos los vuelos y nos pareció una fantástica idea, la combinación de horarios para aprovechar al máximo los cuatro días. Al terminar, no podíamos con nuestra vida, pero, efectivamente, había aprovechado a más no poder. Y es que para volar desde Biarritz a las 7 de la mañana, tienes que salir a las 4 y media de casa para pasar a recoger parte del grupo en Rente, llegar hasta el aeropuerto, desayunar antes de salir y coger el vuelo hasta París.

Al llegar al aeropuerto de París nos damos cuenta de que el tren que lleva hasta Eurodisney sale más caro que pagar un taxi para los 5, pero no sabemos si conseguiremos un taxi para todos, ya que en la típica aplicación del estilo de Uber, me cancelan la furgo que pido. Solo que parece que es nuestro día de suerte y conseguimos en la cola de taxis una furgoneta para nosotros. ¡Pero es que encima nos sale mucho más barato de lo que pensábamos!

De esa manera llegamos al hotel antes para dejar las maletas y salir corriendo de vuelta al pasado, cuando teníamos unos 5 años y volvernos locos al entrar a Disney. Es la cuarta vez que vengo y siempre vuelvo con la misma ilusión. ¡Me encanta!

Nada más entrar, y teniendo en cuenta mi bipolaridad, quiero ir corriendo a montarme en cualquier atracción mientras a la vez quiero hacerme fotos en todas partes. Ansiedad y entusiasmo a niveles infinitos corren por mis venas. ¡No puedo estar más emocionada!

Por fin conseguimos llegar hasta la Hiperspace Mountain, una montaña rusa que lleva toda la vida ahí, pero lo han renovado para ambientarla en Star Wars. La cola es de unos 30 minutos y pasan rápido. Aunque cuando ya estábamos a punto de subirnos, por algún problema/fallo técnico, nos hacen salir. No sin antes darnos un Fast Pass para volver en cualquier momento del día sin hacer cola. Pero vamos, el bajón que me da… Eso ya no me lo quita nadie.

Entre el viaje, el cansancio de madrugar tanto, que no hemos desayunado prácticamente nada y que estamos de bajón, nos vamos a comer algo de picoteo para recuperarnos de la desilusión. Con unas minipizzas con cara de Mickey Mouse se arregla cualquier problema y nos volvemos a poner en marcha.

Hago un inciso para mencionar que, rodeando los jardines que se encuentran frente al castillo de Disney, han puesto unas figuras de los principales personajes de Disney que dan vueltas y son una auténtica fantasía. Son metálicas, tiene forma de espiral y puedes quedarte embobado mirando cómo giran.

Después de las minipizzas, nos acercamos a la zona de Adventureland donde vamos directos a subirnos en la atracción de Piratas del Caribe. Por allí nos cruzamos con el Capitán Garfio y una enorme cola para hacerse fotos con él. Algo que tenemos claro es que no vamos a perder el tiempo en eso.

Además, al salir de allí e ir hacia la atracción de Indiana Jones, nos cruzamos con Jack Sparrow corriendo por allí como un loco. Luego nos reímos de los niños que están alucinando con los personajes que se pasean por Disney, pero nuestro grito cuando aparece Jack corriendo por allí tampoco es muy normal. Menos mal que somos adultos y sabemos que son personas disfrazadas… Lo sabemos, ¿no?

En la atracción de Indiana Jones nos encontramos de nuevo una cola bastante larga. Pero nosotros sí que sabemos hacer mucho más amenas las colas. Me da mucha rabia porque me he traído el Time’s up, un juego de mesa (en el que no hace falta una mesa), para entretenernos mientras hacemos cola. Pero entre una cosa y otra me lo he dejado en la maleta y no lo he traído. Aunque enseguida ponemos nuestra imaginación en marcha y nos ponemos a jugar a adivinar películas o acciones haciendo mímica.

Al salir de ahí nos vamos acercando a la zona de Frontierland, buscando un sitio para comer algo, y resulta que han puesto un montón de adornos de Halloween utilizando la temática de la película de Coco. ¡Y no puede ser más bonito todo! Creedme si os digo que para estas alturas del día tengo ya unas 300 fotos en el móvil.

Después de comer dividimos el grupo, ya que Fran y Tannya se van a hacer cola para sacarse una foto con la Reina Roja (Alicia en el País de las Maravillas) y de mientras el resto aprovechamos para ir a sacar fotos con el castillo. Aunque no me convencen mucho, ya que para estas horas hay muchísima gente. Habrá que aprovechar uno de los días que entremos a primera hora.

Después de volver a llenar el móvil de fotos (porque aunque haya mucha gente, la esperanza es lo último que se pierde), nos juntamos en Fantasyland para visitar el laberinto de Alicia en el País de las Maravillas.

Sinceramente, no lo recordaba tan largo. Pero nos echamos unas risas y para mi sorpresa, al salir de allí y encontrarnos de frente las Tazas Locas, no pensaba que todos menos Endika iban a querer montarse. Es la típica atracción que da vueltas y más vueltas y la gente dice que se marea… ¡Pues hoy he tenido suerte y había gente que quería montarse conmigo!

Mareados, volvemos a la zona de Discoveryland para montar en la Space Mountain, pero de camino paramos en la atracción de Buzz Lightyear. Aquí también hay bastante cola y retomamos la mímica y el típico juego de adivinar el personaje que te ha tocado haciendo preguntas que solo puedan responderse con SI o NO. ¡De alguna manera hay que entretenerse! La atracción en la que montamos es una especie de juego competitivo y se trata de ver quién gana más puntos disparando con unas pistolas láser a unos marcianitos. Muy divertida, la verdad. Y, obviamente, no gano yo. La puntería no es mi fuerte.

Y, después de quedar última en los marcianitos, por fin podemos montar en la que para mí es la mejor montaña rusa del parque, la Space Mountain. ¡Está de nuevo en marcha y operativa para nosotros!

Después de otro paseo, intentamos ver el típico desfile de carrozas, pero está imposible. ¡Hay muchísima gente! Gente que ha estado esperando allí una hora por lo menos. Así que más o menos podemos ver algo e intuir la otra mitad que no vemos. Lo bueno es que las carrozas son bastante altas y solo nos perdemos a los que van desfilando a pie de calle.

 

En cuanto se termina, la estampida de gente hacia las atracciones hace que nosotros también nos pongamos nerviosos y corramos hasta la Phantom Manoe, una mansión encantada que es de visita obligada.

Sin mucha energía ni mucho más que ver, decidimos probar la atracción de Pinocho, que no es nada del otro mundo, pero me hace recordar lo oscura y rara que es la película. Os juro que tenía mucha parte de la película borrada de mi mente.

Para terminar, nos acercamos al Star Tour, con temática Star Wars, donde te montas en una nave en la que parece que viajas gracias a los movimientos que hace y la pantalla 3D que tienes al frente.

Cuando salimos, que ya no podemos con nuestra vida (y solo son las 20:30), nos pedimos unos cafés calientes y vemos el espectáculo de luces y fuegos artificiales que hacen en el castillo. Vuelvo a repetirlo y sé que es un sitio superturístico, pero de verdad que hay mucha gente. Y también mucha gente maleducada, que para pasar entre unos y otros no hace más que empujar.

Una manada de gente, al terminar los fuegos artificiales, se dirige a la salida, igual que nosotros. Por lo que nos da para pensar y suponemos que habrá mucha cola para coger el autobús de vuelta al hotel. Todos los hoteles de Disney tienen un servicio gratuito de autobuses que tardan 5 minutos en llegar al parque y pasan cada 10-15 minutos.

Por suerte, según llegamos la parada no hay cola y podemos volver enseguida al hotel. No tenemos hambre, tenemos cansancio acumulado. Por lo que caemos muertos en la cama. Mañana toca madrugar de nuevo y volver a darlo todo.

Para el viernes no vamos a ir al parque principal, nos vamos a los Estudios Disney. El parque es más pequeño que el otro, pero aún y todo queremos ir pronto. Así que nos plantamos en el desayuno buffet para las 7:30, para ir hacia el parque para las 8:30.

Aunque tenemos prohibido irnos del buffet sin antes hacer los deberes: cada uno tiene que robar 3 o 4 bollos de pan para la cena. Hemos traído embutido envasado al vacío para abaratar gastos y solo necesitamos el pan. Mochilas colocadas estratégicamente, bandejas ubicadas al límite de la mesa y visión 360 para observar a los camareros… Y resulta que todos andamos haciendo lo mismo. Mires a la mesa que mires, la gente va metiendo de todo en los bolsos. Como extra, nos metemos una pieza de fruta cada uno a la mochila y unos paquetes individuales de nutella. ¡Ya tenemos hasta el postre!

En los Estudios Disney los principales objetivos son: la atracción de Nemo y la de Ratatouille. Al pasar por delante de la de Nemo vemos que ya se ha formado algo de cola (60 minutos de nada) y nos vamos sin pensarlo a Ratatouille, que solamente hay 15-20minutos de cola. Esta atracción es nueva para mí. La última vez que estuve fue en el 2011. Y solo tengo que decir que es una maravilla. Alguien por ahí tiene muy buenas ideas y esta es una de esas que dices: ¿pero como mola tanto? ¿Cómo se les ha ocurrido?

Y como hoy no se le ha olvidado el Time’s Up (que si alguien no lo conoce es un juego para tener en casa porque viene muy bien en cualquier ocasion y en los viajes nos ha salvado un montón de veces) nos vamos a hacer los 50 minutos que marcan para subir a la atracción de Nemo.

Esta atracción es otra montaña rusa en la que vas en una tortuga que da vueltas y está entretenida. Además, la cola no se nos hace tan larga y estamos felices y fluyendo por la vida. Hasta que nos ponemos en la cola del Hollywood Tower que parecía corta y se hace un infierno. De nuevo agradezco infinito tener el Time’s Up para hacerlo más llevadero.

Aunque cuando bajas de esta atracción estás de tal subidón que volverías a hacer la cola. Aunque haya sido un infierno. Ahora volvería a repetir lo de: esta atracción me ha encantado. Pero es que me pasa lo mismo en todas. Solo que esta, además, queremos repetir.

Estamos muy arriba y vamos a seguir con una de las montañas rusas que tiene Disney, una de las buenas, de mis favoritas… Ahora le han cambiado el nombre para decorarlo con temática Marvel y Avengers, pero es la misma exacta que había antes. La cola es de 45 minutos pero no nos importa. Seguimos jugando al Time’Up sin parar. Pero es que encima tenemos la mala suerte de que cierran la atracción mientras ya estamos colocados para montar en el siguiente tren. ¿Esto nos está pasando en serio? ¿Es algún tipo de señal? ¿Nos montamos más tarde o mejor pasamos?

Como era de esperar, nos acaban dando un Fast Pass para volver en otro momento y con el bajón del momento nos vamos a comer unas hamburguesas. La comida aquí no es nada del otro mundo, tirando a muy normal pero carísima. Para eso nos hemos traído embutido de casa para acompañar el pan robado en el desayuno. Solo que dentro del parque no tenemos muchas opciones.

Al terminar, echamos un ojo a la montaña rusa de Avengers y la han vuelto a abrir. Sin pensarlo dos veces vamos corriendo para disfrutar de esta atracción. ¡Soy muy fan de las montañas rusas!

Lo que queda de tarde la empezamos pasando por la zona más infantil, donde están las atracciones con temática de Toy Story, que no son especialmente emocionantes pero son entretenidas. El Cars Trip es tranquila pero curiosa, el juguete perro de Toy Story es básicamente dar vuelta y la atracción del coche eléctrico tiene su cosilla.

Y llega el momento de repetir las atracciones que más nos apetezcan y dar una vuelta por las tiendas. Repetimos sin dudarlo la de Ratatouille y la de Avengers, sin olvidarnos de la Hollywood Tower que nos sigue pareciendo lo más. Quiero quedarme aquí a vivir.

Por allí andan también dando vueltas Spiderman, Thor, la Capitana Marvel y Loki entre otros. Y cuando ya nos íbamos a ir hacia el hotel y pienso que han quitado la zona de Monstruos S.A. se aparece ante nosotros como si de una alucinación se tratase. Pero no… Ahí está.

Antes de ir a la habitación, miramos a ver qué personaje está en nuestro hotel para sacarse fotos y para nuestra sorpresa ahí está Minnie. ¡Qué suerte tenemos! ¡Qué alegría! Una foto rápida y nos vamos a cenar. Los bocatas en la habitación nos saben a gloria y, deseando que nos cambien los pies por unos nuevos, nos vamos a dormir para madrugar y darlo todo en el último día en Disney.

Volvemos al buffet, desayunamos estupendamente y robamos todavía mejor. Hoy vamos a llevar los bocatas al parque y así comer mientras hacemos cola para subir en alguna atracción. Por lo que si o si cada uno tiene que salir con los panes necesarios.

Y justo para dejarnos mal en cualquier predicción que pudiéramos hacer, el sábado estamos mucho más tranquilos que el jueves en Disney. Parece que no hubiera tanta gente. Las colas siguen siendo largas, pero no da tanta impresión al ir paseando de un lado a otro.

Llegamos para las 8:30 y voy directa frente al castillo para sacar unas fotos. A pesar de ser prontísimo, ya hay bastante gente intentando hacer lo mismo que yo. Hacemos un montón de fotos y esperamos que entre alguna de todas ellas haya alguna cosa decente.

Hemos usado bastante la aplicación para ver las colas de las atracciones y esta mañana nos da una sorpresa muy agradable. Lo que nosotros llamamos “el tren de la mina” la han reabierto. Vimos que llevaba días cerrada y nos daba pena, pero no nos quedaba más opción que resignarnos. ¡Pero la han abierto! Aunque viendo la cola que hay a primera hora, decidimos dejarlo para más adelante.

Suponemos que al haber estado cerrada ahora mismo todo el mundo ha ido para allí, así que nos vamos a la de Peter Pan, que siempre hay muchísima cola. Y al ser pronto parece que hay algo menos.

De ahí vamos a hacer la cola para sacarse foto con Jack Skellington, el personaje principal de Pesadilla antes de navidad. Aquí no hay mucha gente, pero como dedica tanto tiempo a cada uno de los que está en la cola, la verdad que estamos mínimo como una hora allí. Tenemos la suerte de que Endika nos trae unos cafés calentitos para tomar mientras esperamos.

Ahora sí que es momento de irnos a hacer cola en el tren de la mina, donde aprovechamos para tomarnos nuestra pieza de fruta diaria. Y he de confesar que la fruta del buffet está rica. Y después de montar en el tren de la mina… ¡Qué recuerdos! Solo que se pasa demasiado rápido…

Nos va quedando menos tiempo y solo queda repetir lo que más nos apetezca, así que volvemos a la zona de Star Wars para subir de nuevo a la Space Mountain, mientras hacemos la cola comemos los bocatas y para cuando salimos estamos listos para visitar a Darth Vader.

Aquí pasa lo mismo que con Jack por la mañana. Darth Vader se entretiene muchísimo con cada grupo, pero es que cuando nos toca el turno a nosotros nos lo pasamos tan bien… ¡Qué risas! Es muy divertido, nos vacila un montón uno por uno y nos llevamos muy buen recuerdo de ese momento. En realidad sí que merece la pena esperar.

Y solo nos queda echar un último vistazo a las tiendas, recoger las maletas e irnos a París. Cogemos un tren y después el metro para llegar al hotel. Dejamos las cosas en la habitación y nos vamos a picar algo de cena, que hoy no hemos comido nada de fundamento todavía. Acabamos en un restaurante asiático y después pillando una pizza para llevar en otro sitio y así, a los que no les va tanto la comida asiática, pueden cenar algo.

Llega el domingo y con él nuestro último día de viaje. Solo tenemos un día para visitar París. ¡Perdón! Solo tenemos medio día para visitarlo, porque tenemos el vuelo de vuelta a la tarde. Por lo que toca madrugar de nuevo y desayunar muy pronto para así llegar con tiempo a la Torre Eiffel y no hacer demasiada cola para comprar los tickets.

Tenemos la mala suerte de que donde nos deja el metro hasta la Torre Eiffel tenemos que dar una vuelta enorme porque hay un montón de carpas preparadas para una media maratón. Con paso ligero lo bordeamos y nos ponemos a la cola para pasar el primer control, en el que te miran la mochila.

Una vez pasado ese control estás en medio de las cuatro patas de la torre y tienes que ir a una de ellas para comprar los tickets. Claro que se pueden comprar online y ahorrar tiempo, pero ya no quedaban tickets para subir hasta la parte más alta. Así que leí en internet que, aunque no queden online, se pueden comprar allí mismo. El único problema es que tienes que hacer la cola. Pero no es tan larga como lo pintan en internet.

Después de visitar las distintas plantas y observar París desde lo alto, bajamos para dar un paseo hasta el Arco del Triunfo. Otra de las paradas obligatorias si se viene a París. De camino aprovechamos para hacer varias fotos desde el otro lado del río con la Torre Eiffel de fondo, que queda muy estupenda.

Al llegar al Arco del Triunfo, sacamos cuatro fotos desde fuera que bastan para decir que hemos pasado por allí. No tenemos tiempo como para pararnos en cada uno de los sitios que queremos ver, entrar dentro y visitarlo. Hoy tenemos prisa, ya volveremos a París con más calma.

De allí cogemos un metro para acercarnos hasta los Campos Elíseos, pero no hay tiempo para pasear tranquilamente por allí. Buscamos unos bancos para hacernos unos bocatas y así comer de camino al Louvre. No se puede desaprovechar ni un momento.

Vemos el Louvre por fuera de pasada y nos damos otro paseo hasta Notre Dame. En este ahora mismo no se puede ni entrar, así que nos tenemos que conformar con verlo desde fuera. Y sin ser el caso de Notre Dame, que ya sabemos por qué lo están reformando, en general nos ha parecido que París está todo de obras. Espero que la próxima vez que vengamos por aquí esté todo muy cuidado.

De vuelta al hotel, cogemos las maletas, nos da tiempo a un par de partidas en el futbolín que hay a la entrada y empezamos nuestro camino para llegar hasta el aeropuerto. Pensábamos que íbamos sobrados de tiempo, pero entre que una línea de metro está cortada, donde se coge el autobús está en otro sitio, los billetes no sabemos dónde hay que comprarlos y que vamos como locos, llegamos justo a coger el último autobús que va hacia el aeropuerto.

En el mismo aeropuerto, con los controles ya pasados, cenamos algo antes del vuelo de vuelta a Biarritz. Nada más llegar a casa, soy consciente de que necesito mínimo tres días para recuperarme de este viaje. ¡Vaya caña! Eso sí… ¡Ha sido un placer! Volvería una y otra vez a Disney. Adoro volver a tener 5 años.

2 comentarios en «Volver a tener 5 años»

  1. Tutty

    Cuestiones varias:

    1. Que nadie pregunté la edad mental del grupo. Tod@s: 5 años

    2. No desayunábamos mucho, y por eso aprovechamos el desayuno para cenar. Hay que evitar términos que puedan dar lugar a una interpretación errónea de nuestro comportamiento

    3. LO PASAMOS GENIAL Y VOLVIMOS AGOTAD@S!!!!!

    Hasta el próximo!!!!!!

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